martes, 22 de enero de 2008

Cuatro signos, cuatro criaturas, cuatro Evangelistas

 El Tetramorfos del Claustro de Frómista, Libro de Kells, siglo VIII, Códice miniado: Folio 27v Trinity College Library de Dublín
 Book of Kells en inglés; Leabhar Cheanannais en irlandés. También conocido como Gran Evangeliario de San Columba
Es un manuscrito ilustrado con motivos ornamentales, realizado por monjes celtas hacia el año 800 en Kells, un pueblo de Irlanda.
Las cuatro criaturas aladas simbolizan a:
San Mateo, hombre alado y San Marcos, león alado, en la parte superior de la imagen;
San Lucas, toro alado y San Juan, águila, en la parte inferior de la imagen.
Un tetramorfo (del griego τετρα, tetra, "cuatro", y μορφη, morfé, "forma") es una representación iconográfica de un conjunto formado por cuatro elementos. La más extendida de éstas es cristiana, cuya tradición se remonta al Antiguo Testamento.

La tradición cristiana relaciona los cuatro Evangelistas (los autores a quienes se atribuye la escritura de los cuatro Evangelios canónicos) con cuatro símbolos: Mateo con un hombre o querubín, Marcos con un león, Lucas con un toro o buey y Juan con un águila. Estos símbolos derivan de la famosa visión de Ezequiel en la que vio cuatro criaturas, cada una de ellas con cuatro caras, como se describen en Ezequiel 1:10:
1:4 Yo miré, y vi un viento huracanado que venía del norte, y una gran nube con un fuego fulgurante y un resplandor en torno de ella; y de adentro, de en medio del fuego, salía una claridad como de electro.
1:5 En medio del fuego, vi la figura de cuatro seres vivientes, Apocalipsis 4, 6 que por su aspecto parecían hombres.
1:6 Cada uno tenía cuatro rostros y cuatro alas.
1:7 Sus piernas eran rectas; sus pies, como pezuñas de ternero, y resplandecían con el fulgor del bronce bruñido.
1:8 Por debajo de sus alas, aparecían unas manos de hombre, sobre los cuatro costados; los cuatro seres tenían rostros y alas.
1:9 Sus alas se tocaban una a la otra, y ellos no se volvían cuando avanzaban: cada uno iba derecho hacia adelante.
1:10 En cuanto a la forma de sus rostros, los cuatro tenían un rostro de hombre, un rostro de león a la derecha, un rostro de toro a la izquierda, y un rostro de águila. 
Existe la posibilidad de que Ezequiel se haya inspirado en la astrología zodiacal babilónica. Cuando este profeta predicaba, el pueblo de Israel estaba viviendo el Cautiverio de Babilonia (o Cautividad de Babilonia, periodo que comenzó en el 607 AEC, en que buena parte del pueblo judío fue forzado a desplazarse desde Israel y desde Judea hasta la capital del imperio de Nabucodonosor II; terminó con la conquista de Babilonia por los persas, con Ciro, en el 537 AEC).
El toro sería Tauro, el león sería Leo, el águila sería Escorpio y el hombre alado sería Acuario. Éstas eran las constelaciones sobre las que tuvieron lugar, respectivamente, el equinoccio de primavera, el solsticio de verano, el equinoccio de otoño y el solsticio de invierno entre los milenios quinto y tercero antes de Cristo (En el 7500 AEC  el equinoccio de primavera sucedió el 22 de mayo y en el 3800 el equinoccio de primavera ya estaba sucediendo el 22 de abril como se ve en el libro Journey into Time, de George Richards)

Partes de esta visión son retomadas por Juan en el Apocalipsis -o Libro de las Revelaciones de San Juan. En el capítulo cuatro, se encuentran nuevamente las cuatro criaturas, y sus apariencias son descriptas en Apocalipsis 4:7:
4:6 y había algo parecido a un mar de vidrio, como de cristal transparente.
En el centro, alrededor del trono, había cuatro seres vivientes cubiertos de ojos por delante y por detrás.
4:7 El primero de los seres vivientes era semejante a un león; el segundo, a un toro; el tercero tenía rostro como de hombre; el cuarto era semejante a un águila en vuelo.
4:8 Cada uno de ellos tenía seis alas y estaba cubierto de ojos, por encima y por debajo de las alas. Y día y noche repetían sin cesar:
«Santo, santo, santo
es el Señor Dios Todopoderoso,
el que era y que es y que ha de venir».
 Apocalipsis 4:6-8
Nueva Versión Internacional (NVI) 

Los doce signos astrológicos pueden ser divididos en tres grupos, cada uno gobernado por una cualidad: Cardinal, Fijo o Mutable. 
Los signos fijos son Acuario, Leo, Tauro y Escorpio cuyos símbolos son un hombre (el portador de agua), un león, un toro, y un escorpión. Los primeros tres coinciden de forma directa con los símbolos de los Evangelistas. Cuando Escorpio es es considerado en su apariencia alternativa como águila, este también coincide. Pero se desconoce cuál uso del águila vino primero. 

Giovanni Pietro da Cemmo, bóveda de la capilla del Santísimo Salvador, Sant'Agostino, Cremona.
Los cuatro evangelistas y sus animales símbolo 
San Lucas a la izquierda, San Marcos a la derecha, San Juan arriba, San Mateo abajo
  • el toro o buey de San Lucas, símbolo de la Pasión
  • el león de San Marcos, símbolo de la Resurrección
  • el águila de San Juan, símbolo de la Ascensión
  • el pavo real u hombre alado de San Mateo, símbolo de la Vida
La teoria alquímica dice que los cuatro animales hacen referencia a los cuatro elementos básicos y, puesto que rodean al *Pantocrátor, éste sería el «Quinto Elemento» unificador.
Otros aspectos relacionados al cuatro son las estaciones, los puntos cardinales, y la organización espacial, simbólica y energética de la Tierra.

Tapa de un cofre de marfil de elefante con la representación de Cristo en Majestad (Maiestas Domini entre los cuatro Evangelistas. Colonia, Alemania, primera mitad del S. XIII. Anónimo

*La traducción más común de pantocrator es "todopoderoso". En este sentido, pantokrator está formado del prefijo pan "todo" y el verbo (κρατεω) que significa "acometer o realizar algo". Esto es entendido normalmente en términos del poder potencial, la habilidad de hacer algo u omnipotencia.
Otras traducciones pueden ser "soberano de todo", en un sentido más literal o "sustentador del mundo, en un sentido más amplio.
Mientras que en las iglesias ortodoxa y católica oriental es ampliamente utilizada esta denominación en las occidentales es menos común siendo prácticamente desconocida para protestantes. La imagen occidental equivalente es Maiestas Domini.
  • Mateo el evangelista, el autor del primer evangelio está simbolizado por un hombre alado, o ángel. El hombre se asocia a Mateo, ya que su Evangelio comienza haciendo un repaso a la genealogía de Cristo, el Hijo del Hombre, desde Abraham. Representa la encarnación de Jesús, por ende la naturaleza humana del Cristo. Esto significa que los cristianos deben usar su razón para la salvación.
  • Marcos el evangelista, el autor del segundo evangelio es simbolizado por un león alado -figura del coraje y la monarquía. El león se identifica con Marcos, porque su Evangelio comienza hablando de Juan el Bautista, «Voz que clama en el desierto», dicha voz sería como la del león, predica "como un león rugiente". También representa la Resurrección de Jesús (porque se creía que los leones dormían con los ojos abiertos, una comparación con Jesús en la tumba), y Cristo como rey. Esto significa que los cristianos deben ser valientes en el camino de la salvación. 
  • Lucas el evangelista, el autor del tercer evangelio (de los Hechos de los Apóstoles) es simbolizado por un toro o buey alado -una figura de sacrificio, servicio y fortaleza. El toro sería Lucas, ya que su Evangelio comienza hablando del sacrificio que hizo Zacarías, padre de Juan el Bautista, a Dios en el Templo; esto representa el sacrificio de Jesús en su Pasión y Crucifixión, así como a Cristo Sumo Sacerdote (esto también  representa la obediencia de María). El buey significa que los cristianos deben estar preparados para sacrificarse a sí mismo en el seguimiento de Cristo.
  • Juan el evangelista, el autor del cuarto evangelio es simbolizado por el águila -una figura en el cielo, y que se cree es capaz de mirar directo al sol. El águila ha sido asociada a la figura de Juan, ya que Juan empieza con una larga visión de Jesús el Logos y continúa para describir muchas cosas desde un nivel más "elevado" que los otros tres, los evangelios sinópticos; representa la Ascensión de Jesús y la naturaleza divina de Cristo. Esto representa que los cristianos deben mirar hacia la eternidad sin titubear mientras viajan hacia la meta de la unión con Dios. Su Evangelio es el más abstracto y teológico de los cuatro y, por tanto, el que se eleva sobre los demás. El de Juan es el único evangelio no sinóptico.
En algunos retratos de los Evangelistas estos símbolos de animales parecieran estar dictando a los Evanglistas mientras estos escriben. Los cuatro Evangleistas son discípulos de Jesus.

Grandes Horas de Anne de Bretagne, reina consorte de Francia (1477-1514)
Iluminado por Jean Bourdichon (1457–1521) Mateo y el ángel (u hombre alado)
Grandes Horas de Anne de Bretagne, reina consorte de Francia (1477-1514)  I
luminado por Jean Bourdichon (1457–1521)
Marcos y el león
Grandes Horas de Anne de Bretagne, reina consorte de Francia (1477-1514)
Iluminado por Jean Bourdichon (1457–1521)
Lucas y el toro
Grandes Horas de Anne de Bretagne, reina consorte de Francia (1477-1514)
Iluminado por Jean Bourdichon (1457–1521)
San Juan y el águila

Un libro de horas -también denominado horarium; livre d'heures [livr 'dœr]- es uno de los más comunes manuscritos iluminados de la Edad Media. Cada libro de horas es único, debido a que es un manuscrito elaborado en exclusiva para una persona en concreto -generalmente de la nobleza-, este tipo de documento suele contener textos de rezos, salmos, así como abundantes iluminaciones, todo ello haciendo siempre referencia a la devoción cristiana.
Los símbolos de los cuatro Evangelistas están, por supuesto, asociados a los cuatro elementos, pero no siempre de manera consistente. Usualmente se toma el elemento del signo zodiacal correspondiente: hombre-aire, león-fuego, toro-tierra, águila-agua. Pero algunos prefieren una correspondencia más naturalista: hombre-agua, león-fuego, toro-tierra, águila-aire.

Cada uno de los símbolos es representado con alas, siguiendo las fuentes bíblicas primero en Ezequiel 1-2, y en el Apocalipsis. Los símbolos son mostrados con, o en lugar de, los Evangelistas en libros de los evangelios tempranos, y son el acompañamiento usual de Cristo en Majestad cuando se lo representa en este mismo período, reflejando la visión del Apocalipsis. Son presentados como uno de los motivos más comunes en los portales de las iglesias y en los ábsides (parte de la iglesia situada en la cabecera), así como en muchos otros lugares.

Las cuatro criaturas aladas que simbolizan a los cuatro Evangelistas rodean a Cristo en Majestad en el tímpano románico de la igelsia de St. Trophine en Arles, Francia (el tímpano es el espacio delimitado entre el dintel y las arquivoltas de la fachada de una iglesia o el arco de una puerta o ventana).
Cuando rodean a Cristo la figura del hombre está en general al tope a la izquierda -sobre la mano derecha de Cristo; el león sobre la mano izquierda de Cristo. Debajo del hombre está el toro y debajo del león está el águila. Esto refleja la idea medieval del orden de "nobleza" de la naturaleza de las bestias (hombre, león, buey, águila) y el texto de Ezequiel 1.10.
A partir del S. XIII su uso empezó a declinar, ya que una nueva concepción de Cristo en Majestad, mostrando las heridas de la Pasión, empezó a ser usada.

Cristo en Majestad. Mosaico en el baptiserio de San Giovanni en Florencia, Italia. C. 1300.

Maiestas Domini o Cristo en Majestad es una iconografía del cristianismo utilizada tanto en pintura como en escultura y mosaico, que representa la figura de Cristo en actitud triunfante y que consta de unas característica particulares. Recibe también el nombre de Pantocrátor. (Esta iconografía no debe confundirse con las Majestades o Cristo Majestad que son crucifijos en que aparece Cristo con una túnica ceñida, con expresión de estar vivo y generalmente con una corona). Este tipo de iconografía fue muy común en la Cataluña románica. Este tema iconográfico tiene su origen en Egipto, hacia el siglo V. En un principio se representaba a Cristo imberbe, entronizado y rodeado por una mandorla, y en su entorno por los cuatro seres vivientes alados, dos arriba y dos abajo, organizando de este modo la imagen del rectángulo cósmico
En el Libro de Durrow, un evangeliario -quizá el Evangelio iluminado más antiguo de Gran Bretaña e Irlanda, S. VII EC- comprende los Evangelios según Mateo, según Marcos, según Lucas y según Juan, además de bastantes textos introductorios. Los símbolos de los evangelistas aparecen según la tradición de San Ireneo, en el que el león representa a San Juan y el águila a San Marcos, al contrario de la más moderna tradición de San Ezequiel (s. VIII), caundo el águila es San Juan y el león San Marcos.
Ireneo de Lyon, conocido como San Ireneo (griego: Εἰρηναῖος) (n. Esmirna Asia Menor, c. 130 - m. Lyon, c. 202), fue obispo de la ciudad de Lyon desde 189. Considerado como el más importante adversario del gnosticismo del siglo II. Su obra principal es Contra las Herejías.

Libro de Darrow. Hombre símbolo de San Mateo

LIbro de Darrow. León símbolo de San Juan

Libro de Darrow. Toro símbolo de San Lucas

Libro de Darrow. Águila símbolo de San Marcos
También se encuentran estos cuatro símbolos en el Arcano 21 del Tarot, El Mundo, en cada una de las cuatro esquinas.

Tarot de Marsella, Arcano 21, El Mundo
Una larga investigación llevó a Michael Dummett, filósofo y estudioso de los juegos de cartas, a concluir que - a falta de evidencia más antigua - el mazo del Tarot probablemente se inventó en el norte de Italia en el siglo XV y se introdujo en el sur de Francia cuando los franceses conquistaron Milán y Piamonte en 1499. Los antepasados del Tarot de Marsella podrían haber llegado a Francia en esa época. Los dibujos son de carácter medieval y quizás tengan influencia del arte del vitral gótico, bien por la línea de trazo similar, o bien por los colores. El juego del tarot declinó en Italia pero sobrevivió en Francia y Suiza. Después recobró su presencia en el norte de Italia, y pudo regresar con los diseños del Tarot de Marsella.r leyenda